Estaba pensando yo en la cantidad de dinero que ganarán las "macro-compañías-incitadoras-consumistas" gracias a todos los que confunden amor y agasajo.
Cuantas veces perdemos el tiempo buscando el regalo perfecto, organizando el encuentro o la fiesta perfecta. La rabia cuando las cosas no salen como esperamos.
Diría que tal vez, pero sé que no, que la realidad no está en lo perfecto, ni el equilibrio.
El momento perfecto es el que surge de la nada, el que solo sabemos que lo es cuando ya ha ocurrido; empaparse en una tarde de lluvia, levantarte una mañana y saber que existe, ver a un niño sonreír, un día entero en la cama sin hacer nada, leer, un beso (tus besos), el recuerdo que te provoca una canción, el olor del café, el caos de las sábanas revueltas...
Son aquellas pequeñas cosas que no vemos. Cosas que hacen que la vida merezca la pena.
Y sí. Tus imperfecciones son lo que te hacen perfecta.
