miércoles, 27 de abril de 2011

Nocturnidad


Todo amor es efímero

Ninguna era tan bella como tú
durante aquel fugaz momento en que te amaba:
                                                        mi vida entera.

Ángel González


Y te miro cómo andas por la calle (qué preciosa está tu piel a la luz de las farolas),
y te beso, te beso, te beso... y todo (todos) lo demás desaparece...

lunes, 25 de abril de 2011

Sonríe

Podría hablarte de muchas cosas, preguntarte qué te pasa, explicarte la vida (aun estando por debajo de ti).

Pero no lo hago... tampoco puedo o debo. Solo estoy ahí, en una esquina, esperando con una sonrisa, para cuando lo necesites, para cuando quieras.


Mejor que una farmacia a rebosar... sonríe.

sábado, 23 de abril de 2011

Dentro

Cuando los demonios te muerden el alma... entonces estás perdida.

Y callas...

viernes, 22 de abril de 2011

Insomnio

Como cuando no puedes dormir y fuera de la habitación la lluvia es tan intensa, tan gigante, que parece que las olas rompan en tu balcón. La echabas de menos; abres el balcón y quedas empapada, muerta de frío.

¡Qué idiota! (pensareis). Lo cierto es que mientras vosotros estais durmiendo yo soy más feliz que toda la humanidad junta: el sueño no viene y la lluvia ha vuelto.

Oigo llover, vuelo y la noche sigue pasando....

martes, 19 de abril de 2011

Inamovible

Tengo mis principios, pero si no les gustan...
se joden porque es lo que hay.

Yo no cambio, mis principios tampoco:
principio básico de existencia.

lunes, 18 de abril de 2011

Cuento para cuando mientras duermas

Había una vez una niña que no quería dormir. Sus rizos daban vueltas en la cama y su sonrisa de ratón parecía no consumirse con el paso de las horas. No podía, no quería.

Dulce niña traviesa, ¿no sabes que cuando duermes el mundo se para? ¿Cómo quieres que los campos, los parques, hasta los árboles descansen?

Cada vez que un niño no quiere ir a la cama y pasa la noche despierto al cielo le supone un problema. Por las noches, la luna sale con su batín blanco de luz para que el sol pueda ir a dormir. Las estrellas le ayudan en su trabajo, porque necesitan vigilar los sueños de todos los niños que duermen.

Pero cuando alguien, como tú pequeña, no quiere ir a la cama, una estrella se pierde, se desorienta y se marcha con el sol, le molesta y no le deja dormir con sus destellos. Y a la mañana siguiente, el sol somnoliento se enfada y protesta, pues no quiere ir a trabajar. Por eso, pequeña traviesa, las nubes se enfadan y protestan. No quieren hacer el trabajo del sol y empapan a todos los que hemos descansado. Pero….

Entre tus dientes se escapa el aire tranquilo, libre, de tus sueños. No te preocupes dulce niña, también esta noche vendrá tu estrella a cuidar de tus rizos alborotados.


martes, 5 de abril de 2011

Nacho

Mirada perdida enfundada en traje negro, contraluz (escuda su forma de ver, observar), es extraño que no se cubra con gafas de sol. El pelo resbala por su cara, disimula pobremente su apatía por la vida.

Lo más profundo que te voy a conocer jamás... (cuelo las palabras detrás de tu oreja...).
La fluidez y franqueza le atragantan, pero sigue demasiado ocupado en aparentar su indiferencia.