He perdido la costumbre de escribir en las viejas libretas cuadriculadas...
Tal vez el tiempo me puso en su sitio (aunque creo, sinceramente, que me enseñó cómo y dónde está mi lugar). Es tan relativo el asunto que me cuesta dejar de conjugar el presente con el futuro; en esta noche de ¿melancolía? (retrospectiva inconsciente más bien) recuerdo cómo han ido pasando los libros en mi mesilla y las palabras se me han escurrido entre los dedos...
Leer no modifica la cultura, más bien afecta al corazón.
[Eso sí, las "frases lapidarias" no cambian]