miércoles, 29 de diciembre de 2010

Ignorancia

"En el currículum el contenido (previamente seleccionado) se transmite por medio de una enseñanza formal, regulada, sometida a evaluación desde una institución escolar, se presenta como un documento escrito con validez oficial y pretende orientar al profesor en su tarea."


Me siento alagada. Nunca me habían llamado "borrego gilipollas" con tanta sutileza y elegancia.
Cada vez me gusta más nuestro sistema educativo, sea del color que sea.

domingo, 26 de diciembre de 2010

The winner takes it all

Fue precioso, fue perfecto, no hay suficientes adjetivos para describirlo, para describirte. Hay que seguir.
Crecerás, me entenderás y volverás a sonreír, estoy segura de ello. Volverás a ser más feliz de lo que fuiste.

El ganador se lo lleva todo, y yo me llevé una gran parte, y tú también.

Gracias por haberme enseñado tanto, amor. Posiblemente no sería quien ahora soy.

Nadie, nadie, nadie

Nadie se muere de amor. Solo que tu vida se apaga... bueno, por lo menos las constantes vitales siguen funcionando...

Solo ¿necesito? la medida exacta para sobrevivir un poco... dos copas.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Muerte visceral

Aunque veáis que mi vida sigue adelante, que puedo andar, correr, hablar e incluso escribir, he entrado en una muerte visceral permanente.

Hoy, se supone, que debería de ser un día de alegría, de felicidad, de buenos propósitos; pero para mí, siempre empeñada en ir al revés del mundo, no ha sido así, ni mucho menos. Lo siento, con toda mi alma y mi corazón. Hoy he roto dos vidas, la tuya y la mía. Hoy he entrado en una muerte en vida que no parece que sea reversible. Nadie tiene ni idea.... no hay nada que expíe mis culpas, ya no....

Perdonar el amasijo de palabras. Solo soy una pobre gilipollas, inconsciente y desdichada que se acuesta con dos copas de más, una por las complicaciones y complejidades e infinitas por la estupidez.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Y no, no consigo cambiar de ciudad

No intentes enterrar el dolor: se extenderá a través de la tierra, bajo tus pies; se filtrará en el agua que hayas de beber y te envenenará la sangre. Las heridas se cierran, pero siempre quedan cicatrices más o menos visibles que volverán a molestar cuando cambie el tiempo, recordándote en la piel su existencia, y con ella el golpe que las originó. Y el recuerdo del golpe afectará a decisiones futuras, creará miedos inútiles y tristezas arrastradas, y tú crecerás como una criatura apagada y cobarde. ¿Para qué intentar huir y dejar atrás la ciudad donde caíste? ¿Por la vana esperanza de que en otro lugar, en un clima más benigno, ya no te dolerán las cicatrices y beberás un agua más limpia? A tu alrededor se alzarán las mismas ruinas de tu vida, porque allá donde vayas llevarás a la ciudad contigo. No hay tierra nueva ni mar nuevo, la vida que has malogrado malograda queda en cualquier parte del mundo.

Lucía Etxebarria - Beatriz y los cuerpos celestes

¿Y qué pasa si hay cicatrices envenenadas?

domingo, 19 de diciembre de 2010

Conclusión.

Sí. Creo que se me está pudriendo el corazón.


Expiación

Por mucho que intente cargar con las culpas, que cruzara la linea no dependió de mí, sino de ti.

Un gran agujero negro guardó y encerró nuestras calles, nuestros recuerdos, tuyos y míos, y no los deja salir tan fácilmente. Hay algo que nos separa.

Y sé que ahora escribo enfundada en traje negro literalmente, en un traje negro teñido por dos arañas peligrosas. Rencor y culpas jamás fueron de la mano.

Crucé la linea, abandoné aquello que quedaba de mi inocencia y crecí. En todos los aspectos. Me hice mayor, aprendí a ser más fuerte y menos ignorante; me di de bruces con la realidad, la acepté, me adapté y la hice mía, mi realidad. Gané en experiencia, perdí en ingenuidad. Siempre 0 a 1.

Y lo que más me jode de todo esto es que yo, antes, no era así....

jueves, 16 de diciembre de 2010

Rutinas

07:50 a.m.

Dejo atrás la boca del metro, cojo el periódico de rigor y giro a la izquierda. Cruzo la calle.

Sigo recto, paso por debajo del andamio y los demás me miran de un modo extraño al hacerlo. Pienso en cuánto voy a echarlo de menos, tal vez arroje cubos y cubos de pintura sobre el edificio para que jamás lo quiten.

Me voy acercando. Realentizo el paso poco a poco, inconsciente e instintivamente. 5 metros. ¿Estará o me la cruzaré a la puerta? 2 metros. Quizá hoy no esté.

Pero sí, hoy está, como la mayoría de los días. Una estúpida sonrisa se instala automáticamente debajo de mi nariz. Me muero por cruzar la puerta, sentarme (lo más cerca posible), pedir un café, tal vez con leche para que duré más y simplemente mirar... Tal vez la invitaría a un paseo... Tal vez me atreviera...

El cristal del bar termina antes que las historias en mi cabeza. Bueno, siempre me queda tiempo para pensar en ell@ camino a mi destino. Siempre recto.

Preciosas y benditas rutinas.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Matemáticas

1 caos más 1 caos no son dos caos.

Simplemente es un caos más complejo.

Ya no quiere tragar más de tanto masticar la vida


Todo me lo guardo para mí, pisando charcos ya me hundí sin preguntar a dónde va lo que te digo sin decir y a la mitad se va quedando  lo que tengo en una mano y con la otra con el mazo voy pegando.

Mucho por explicar, mucho por entender y que se entienda. Nada que pueda responderse.

lunes, 13 de diciembre de 2010

En Mayúscula

Conforme más sé del mundo, más triste me parece.

Me pregunto tantas y tantas cosas que no sé por dónde empezar. 

Desde pequeños manipulando a la gente, venimos predispuestos y preconfigurados a la manipulación: ¿casualidad?. Yo, al igual que Dios, ni juego al azar, ni creo en la casualidad (y poniendo a Dios en mayúscula ya le estoy dando una importancia que tal vez ni tenga).

Definitivamente no. No quiero formar parte del sistema. 

¿Alguna sugerencia que arroje algo de luz en esta verborrea de caos y desigualdad?

sábado, 11 de diciembre de 2010

Cosas que pasan


Hay cosas que te pasarías toda una vida esperando y luego va y resulta que llegan tarde.

martes, 7 de diciembre de 2010

¡Que viva el ser humano!


La Real Academia Española define al ser humano como comprensivo y sensible a los infortunios ajenos.

El señor Vegas como alguien que se limita a estorbar y, mientras se dedica a ello, va jugando con sus inventos llamados "secretos" y "mentiras".

Ser humano: aquello que forma parte del mundo (aunque el 99'9% de las veces se olvide de él), que saca lo peor y más bajo en el momento más oportuno, que corta, daña y rompe. La máquina endiosada siempre lista para fallar.


Por favor, defíname la eternidad.

Si eres humano lo intentarás, si no... también.
¡Viva la pretensión!

lunes, 6 de diciembre de 2010

El viaje

Jamás vi un dorado similar al de aquel día. Tal vez era la luz que recorría con sus dedos cada grano de arena como si de un cuerpo desnudo se tratase. Los campos inextensos parecían no tener fin, no podía distinguir sus líneas con el rastro que el sol dejaba en esas horas de la tarde.

Oscuridad.

Miré a la mujer del pelo rojo, leía un libro de Allende, más bien lo devoraba. Subió en mi misma parada, viajaba sola, parecía que quería conocer mundo, encontrase, que nadie la esperaba al final del camino.

Seguía meciéndome entre el traqueteo de las ruedas, estática en el tiempo aunque los segundos volaran. Las nubes… las nubes podían tocarse solo estirando un poco la punta de los dedos.

El matrimonio de los asientos que estaban detrás de ellas parecía feliz. En su cara vi el peso de la experiencia, de los años. Ella miraba por la ventana, probablemente recordando con nostalgia los días pasados, mientras, su marido la observaba con delicadeza, con el amor y la certeza de que esa vida es la mejor que había podido elegir.

Un riachuelo se colaba entre el trigo que se balanceaba al compás del viento. Tan solo, tan libre. Oscuridad.

El tipo de al lado no colgaba su teléfono. Quizá hablaba con alguien que realmente quería, quizá se llevara algo turbio entre manos. Ellas que estaban en frente hacían una pareja singular. Una comía, la otra había caído contra la ventana presa del cansancio.

Se abrían mil caminos entre los árboles y la tierra. Millones de caminos pero ni una sola entrada. Siempre me he preguntado qué se sentiría al perderse entre ellos.

Ella a mi lado intentaba escribir algunas líneas, seguramente estaría pensando en todo el paisaje que dejábamos atrás, en el paisaje y el tiempo, pero no en la vuelta.

Pude encontrar edificios abandonados que encerraban vidas e historias anteriores, que, posiblemente, nunca descubriré. Mis tímpanos se dilataban al sonido de la velocidad.

¿Y yo? Yo solo era un pequeño grano de arena entre aquella maraña de pensamientos encadenados, luchando entre mis ojos y toda aquella realidad que se abría delante.

viernes, 3 de diciembre de 2010

En la variedad está el gusto



No es que yo sea diferente, es que vosotros sois tod@s iguales.

viernes, 26 de noviembre de 2010

En una noche cualquiera

Detrás de mí, el pasado. Enfrente... ¿futuro?

La oscuridad de las calles solo se corta por la luz amarillenta de las farolas, más fría aun que el viento cortante. Los pasos rompen la minúscula capa de silencio entre el suelo y mis zapatos; pero hay unos pasos que se van quedando atrás. Vuelo entre el espacio y el tiempo.

La poca lucidez que me queda me embriaga, por sorpresa, más potente que el alcohol que me recorre las venas.

Pienso en todo, en ella, en nada. Su piel me revuelve la memoria, una noche interminable como el fuego, que parecía que el mundo iba a acabarse; y entonces pienso en el ahora, en el momento y el lugar. Hace horas una calle me contó un trocito de mi vida.

Ahora veo las millones de vidas que se van despertando: las que nos caemos e intentamos levantarnos sin éxito, las que luchan por los quieren, los que tienen una sonrisa siempre en los labios contra viento y marea. Nosotros tres y los demás estamos viviendo en las mismas calles, universales, de todos.

Y cuando me doy cuenta estoy viendo amanecer, por segunda vez en mi vida. El recuerdo de su piel se va borrando con las luces de la aurora.

Toda mi vida se resume en una noche... y no quiero.
La ciudad que despierta me hace sentir que la vida... que la vida es algo más.

martes, 23 de noviembre de 2010

Murallas

Y qué importa lo que pase fuera... al fin y al cabo, hay mierda en todas partes.

Da igual, digas lo que digas, hagas lo que hagas, las cosas cambian en apariencia, hay transformaciones reversibles. Sí, yo miro mi vida como me viene en gana, aunque sea malo, aunque no sea lo apropiado, lo correcto, aunque tenga que cambiar.

El vaso no existe, ni medio lleno ni medio vacío, el agua siempre va por donde quiere. Al igual que la naturaleza, las cosas siguen su curso, su ritmo, ajenas siempre a la vida humana y siempre dependientes de ella. Lo siento pero...

... que triste mundo de mierda, y yo sin poder cambiarlo (no soy la única que lo haría y lo piensa, ni mucho menos).

¡Que (introduzca aquí lo que le venga en gana) den!

Quiero.... quiero... ¡Mierda! ¡No sé ni lo que quiero!

Quieres ser una música, quieres vivir en un piso con libros, cds, hojas llenas de palabras escritas por ti... quieres vivir con alguien que te inspire paz, arte... quieres reír ....así que esa Elena un día lo será. ¿Cómo se empieza? Disfrutando de las pequeñas cosas del día a día.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Blackout

Siempre quise hacerlo...


Vapor. Tu olor. El mio. El olor del agua que resbala.
El engranaje perfecto se va deslizando, lento, suave, como el fuego... No te engañes a ti mismo.

Boca, carne, piel, tu cintura, mis dientes, el agua que se cuela entre ellos, tus suspiros... y el deseo que se nos escapa por el sumidero. Esta vida podría ser la última.

Aprendiendo a decirte te quiero entre humo y sonidos, parece que llueva entre nuestros ojos, lo demás... lo demás ya es uno.


Siempre quise conocer lo más profundo, entre el agua y nuestra saliva.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Te hice un mapa señalando dónde herir.

Confía en mí, y te traicionaré.

Frase de moda universal y siempre utilizable. No la olvideis.

¨… Cuánta Decepción… cuántas veces nos decimos esto… cuántas más nos quedan por reconocérnoslo. Escribí esta canción porque soñé que lo perdía todo, y cuántas veces perdí todo… pero esa noche me di cuenta de que a veces lo que nos decepciona somos nosotros mismos… por ser cómplices de lo que nos daña, por consentirlo, nos convierte en culpables, tan culpables como el que hizo el daño, y nos repetimos… Cuánta Decepción"

sábado, 20 de noviembre de 2010

Si de verdad fuera poeta

Que se pare el mundo, que yo quiero bajarme... y crear uno nuevo.

Reinventar el mundo no es tan mala idea, sobretodo cuando el mundo te pertenece.
Sí, soy dueña de mi mundo y a la vez esclava de mi vida.
Lo cierto es que debe de haber algo más dentro, quizá historias, melancolía; ganas de seguir hacia adelante quedándose en la calle opaca, pero mía, la calle oscura en el buen sentido de la palabra. Hastiada del exterior, por eso nunca seré poeta.



Si de verdad fuera poeta, llenaría de versos las paredes de las calles.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Allá, allá lejos

Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.


No hay porqués, no hay pautas, ni caminos, ni senderos, ni atajos.
Solo calles.

¿Por qué calles? Porque las calles son las únicas que nos conocen, que ven nuestra alma en su totalidad, nuestros instintos más bajos y pasiones más ocultas, que nos guían y nos desorientan, que nos protegen, que nos desarman. La vida es una inmensa ciudad, millones de calles.

¿Por qué olvido? Porque su doble filo es atrayente, caer en el olvido, vivir en el olvido, en algún rincón polvoriento con palabras, versos, sueños; esperar a ser encontrado o casarse con la soledad.

Las calles olvidadas son aquellas escondidas, rechazadas, obviadas, diferentes. Son las calles de la mágia, donde todo cabe y es posible, el cajón desastre, el caos perfecto, el lugar de vacaciones, mi residencia oficial y permanente. En el olvido no se vive demasiado mal.



Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.