domingo, 20 de febrero de 2011

Juicios de valor

No me juzguéis por una entrada, hacerlo por el blog entero. No, no. No me juzguéis ni por eso.

Ahora estoy aquí y a los cinco segundos he cambiado de lugar. Me comen demasiado las ganas por conocer, pero (por favor) no me lo tengáis en cuenta.

No me juzguéis porque me vuelva loca con una canción de Alaska y al momento invite a Christina a hacer una introspección y de repente renazca de las cenizas con Vega de telón de fondo. Tampoco lo hagáis por poner demasiadas ies, ni comas, ni per voler ser Estellés, ni por perderme entre las habitaciones de Montero, ni por bucear hasta el amanecer entre sueños y libros al azar.

Despreciaría que lo hicierais por sus besos, por encerrarme a cal y canto en su piel, por necesidad, por con quien comparto mis cosas y por quien no, porque me guste regalar abrazos y otras veces ponga cara de perro.

Porque me guste ir en bicicleta a todas partes, por ser más niña de lo que me toca, porque me guste trabajar con ellos, porque adore las pequeñas cosas, por amar las líneas finísimas que dibujan las olas en el horizonte, el mar; no me juzguéis por ello.

Entones (te estarás preguntando) por qué “podrías” juzgarme.

Simplemente un consejo: no me juzgues.

4 comentarios:

  1. El primer paso para que no nos juzguen es no juzgarnos a nosotros mismos. Y no es fácil.

    Te parecerá una tontería pero lo que más me ha gustado de tu entrada son esas "ganas por conocer". Me gusta la gente así.

    ResponderEliminar
  2. La existencia de lo imperfecto, esque cuando lo perfecto sienta la necesidad de dar la cara, de darse a conocer,habrá alguien que lo juzgue por su bonito rasgo de sencillez y estabilidad...
    Cuando no haya juicio o prejuicio...acabará el mundo.(Lo siento no en el 2012, quizás más adelante)
    Dentro de la imperfección...siendo juzgado o no, uno tiene que vivir como desea, con desazón de conocer...aunque...aunque sea juzgado.

    ResponderEliminar
  3. Por cierto...enhorabuena, por amar la vida...

    ResponderEliminar
  4. Al igual que han comentado, lo más importante es que las ganas de conocer nunca desaparezcan. Ello nos mantiene vivos. :)

    ResponderEliminar