domingo, 22 de enero de 2012

Escribir


Días largos, simplemente porque algo me quema en el cerebro. Las palabras alborotadas se enredan en una encrucijada que no sabe por dónde va a salir. El deseo se me escapa entre los dedos, como el humo se le escapa al cigarro, como la piel de tu cintura desnuda se escapa entre mis manos, como los precisos segundos se me están escapando en estas letras.

Siempre quise ser tantas cosas… y con asombro descubro a punto de cruzar el umbral de los años que, en el fondo, no he cambiado tanto. Sigo queriendo ser tantas cosas… Siempre queriendo ser lo que no toca en cada momento…

Esta noche me dio por ser pobre pésima partícipe de palabras propias que pintan poco en cualquier pared… 

2 comentarios:

  1. Pues no me importaría que estuvieran mi pared :)

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  2. Es como cuando te desprendes de una venda,
    como cuando lees el periódico con un zumo fresco al amanecer,
    como cuando enciendes una vela esperando su efecto...
    Me alegro de volver a leerte.

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