martes, 5 de abril de 2011

Nacho

Mirada perdida enfundada en traje negro, contraluz (escuda su forma de ver, observar), es extraño que no se cubra con gafas de sol. El pelo resbala por su cara, disimula pobremente su apatía por la vida.

Lo más profundo que te voy a conocer jamás... (cuelo las palabras detrás de tu oreja...).
La fluidez y franqueza le atragantan, pero sigue demasiado ocupado en aparentar su indiferencia.

1 comentario:

  1. Bueno, bueno. Así que te apasionó Nacho Vegas después del directo, más si se puede decir.
    Curiosa crónica, y fascinante.
    Ya sabes que respecto a lo otro... no me acaba de cuajar :P Sigue escribiendo señorita!

    ResponderEliminar