lunes, 13 de diciembre de 2010

En Mayúscula

Conforme más sé del mundo, más triste me parece.

Me pregunto tantas y tantas cosas que no sé por dónde empezar. 

Desde pequeños manipulando a la gente, venimos predispuestos y preconfigurados a la manipulación: ¿casualidad?. Yo, al igual que Dios, ni juego al azar, ni creo en la casualidad (y poniendo a Dios en mayúscula ya le estoy dando una importancia que tal vez ni tenga).

Definitivamente no. No quiero formar parte del sistema. 

¿Alguna sugerencia que arroje algo de luz en esta verborrea de caos y desigualdad?

2 comentarios:

  1. La psicóloga te dice que no venimso predispuestos a la manipulación, todo genético con influencia de los factores externos a medida que crecemos.
    Todo culpa del lóbulo frontal, que nos hace delincuentes donde menos lo deberíamos ser... con el trato a las personas.
    Me encantas, bohemia!

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  2. Te estas cuestionando cosas muy importantes en el desarrollo de tu vida, a simple vista si puede parecer que venimos predispuestos a formar parte de algo que ya esta pensado para nosotros, como si de robots se tratase, pero esta en nuestra mano cambiar las cosas...
    Intentemos cambiar a los que seran los "robots" de mañana, no?

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