domingo, 19 de diciembre de 2010

Expiación

Por mucho que intente cargar con las culpas, que cruzara la linea no dependió de mí, sino de ti.

Un gran agujero negro guardó y encerró nuestras calles, nuestros recuerdos, tuyos y míos, y no los deja salir tan fácilmente. Hay algo que nos separa.

Y sé que ahora escribo enfundada en traje negro literalmente, en un traje negro teñido por dos arañas peligrosas. Rencor y culpas jamás fueron de la mano.

Crucé la linea, abandoné aquello que quedaba de mi inocencia y crecí. En todos los aspectos. Me hice mayor, aprendí a ser más fuerte y menos ignorante; me di de bruces con la realidad, la acepté, me adapté y la hice mía, mi realidad. Gané en experiencia, perdí en ingenuidad. Siempre 0 a 1.

Y lo que más me jode de todo esto es que yo, antes, no era así....

1 comentario:

  1. Crecer y madurar, es tan importante como fundamental. Pero ante esto, siempre hay que tener una cosa presente, intenta ser aquella persona que siempre soñaste. Y de actuar de forma que no te arrepientas de tus actos ni palabras. Suerte en esa búsqueda mi escritora :)

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