jueves, 16 de diciembre de 2010

Rutinas

07:50 a.m.

Dejo atrás la boca del metro, cojo el periódico de rigor y giro a la izquierda. Cruzo la calle.

Sigo recto, paso por debajo del andamio y los demás me miran de un modo extraño al hacerlo. Pienso en cuánto voy a echarlo de menos, tal vez arroje cubos y cubos de pintura sobre el edificio para que jamás lo quiten.

Me voy acercando. Realentizo el paso poco a poco, inconsciente e instintivamente. 5 metros. ¿Estará o me la cruzaré a la puerta? 2 metros. Quizá hoy no esté.

Pero sí, hoy está, como la mayoría de los días. Una estúpida sonrisa se instala automáticamente debajo de mi nariz. Me muero por cruzar la puerta, sentarme (lo más cerca posible), pedir un café, tal vez con leche para que duré más y simplemente mirar... Tal vez la invitaría a un paseo... Tal vez me atreviera...

El cristal del bar termina antes que las historias en mi cabeza. Bueno, siempre me queda tiempo para pensar en ell@ camino a mi destino. Siempre recto.

Preciosas y benditas rutinas.

3 comentarios: