Reinventar el mundo no es tan mala idea, sobretodo cuando el mundo te pertenece.
Sí, soy dueña de mi mundo y a la vez esclava de mi vida.
Lo cierto es que debe de haber algo más dentro, quizá historias, melancolía; ganas de seguir hacia adelante quedándose en la calle opaca, pero mía, la calle oscura en el buen sentido de la palabra. Hastiada del exterior, por eso nunca seré poeta.
Si de verdad fuera poeta, llenaría de versos las paredes de las calles.
Sublime. No hay mejor manera de definir lo que he leido, me encanta. Todos somos esclavos de nuestra vida, pero tener un mundo propio es muy grande, ¿sabes? Aunque muchas veces nos ahoguemos dentro de el...
ResponderEliminarSobre lo de llenar de versos las paredes de las calles si fueras poeta, siempre me ha gustado ir por las calles y leer cosas que piensa o siente la gente en las paredes, algunas veces es demasiado egocentrico, como cuando la gente pone su propio nombre en una pared, me parece inutil, pero hace unos dias lei unos versos de Horacio, le dio magia al día, porque sinceramente era lo que sentia en aquel momento...
Me encanta la entrada. Tiene un nosequé especial.
Un beso
Me preguntabas por qué cebollas, si los tomates son más habituales. Y te contesté que los hábitos y las costumbres son lastres idiotas e innecesarios.
ResponderEliminarY te contesto, ahora, que los antecedentes son pasado y no presente. Y que tu presente no es tu pasado, sino tu querer insólito; como el de cualquiera otra persona.
Sin más, aprehende una cebolla, estrújala y dime de qué lloras, si de alegría o de tristeza. Ambos sabemos que tu lloro, que el mío y el de todos, no son lágrimas sino sentimientos, recuerdos innecesarios.
PD: ¿Sabes que los recuerdos son copias IMPERFECTAS de un pasado alojados en tu mente? Si es así, dime porque se llora, si realmente ya no es recuerdo sino olvido.
Un beso Elena!